¿CUÁL CONSIDERAS QUE ES LA
SITUACIÓN ECONÓMICA DE LAS EMPRESAS EN YUCATÁN? ¿POR QUÉ?
Existen muchas discrepancias respecto a eso, ya que
después de analizar un poco sobre ello me he encontrado con fuentes que
aseguran todo lo contrario, es decir; las fuentes oficiales nos informan que
las empresas yucatecas han mejorado y que la producción año con año va en
aumento, pero fuentes no oficiales nos revelan que debido al sistema aplicado,
las empresas andan muy mal y no pronostican buenos resultados para nadie, ni
para empresarios y mucho menos para los empleados de las mismas.
De acuerdo a lo leído y observado creo que México y
Yucatán a pesar de las críticas se encuentran en una etapa de transición en
donde los gobiernos a falta de conciencia en materia económica e información
acerca de las necesidades de las personas han optado por medidas equivocadas
por las cuales hemos pagado todas las familias no solo yucatecas sino de todo
el país, en México y en Yucatán hace falta un gobierno que se enfoque más a la
elaboración de procesos administrativos eficientes que regulen de manera
adecuada lo que las empresas extranjeras venden al país, ya que debido a los
Tratados de Libre Comercio que se han suscitado con países desarrollados, las
empresas nacionales se han visto en la necesidad de cerrar debido a la reducción de sus ventas ó por el solo hecho de
ser absorbidas por las grandes transnacionales, hasta cierto punto es aceptable
la introducción al mercado nacional como estatal de empresas extranjeras pero
deberían de haber leyes que regulen sus precios y la composición de estas
sociedades, es decir; que se apliquen normas parecidas a las que el gigante
asiático ha impuesto para abrirse a las multinacionales, como son, la presencia
obligatoria de capital nacional en toda empresa extranjera esto quizá con el
fin de evitar la fuga de capitales en tiempos de problemas económicos ó para
motivar la reinversión de utilidades en el país para contribuir a su desarrollo
económico.
En las siguientes páginas expongo un artículo que fue
publicado por “Eduardo Heyman” en la edición mensual de la “Revista”,
posteriormente mostraré un artículo sobre el mismo tema pero desde la
perspectiva de Sistema de Indicadores Regionales de Coyuntura (SEDEINCO), el
cual es un organismo gubernamental.
“La Economía y
Yucatán”.
En muchas
ocasiones, en las pláticas de política se califica a un buen gobernante en
varios aspectos, unos se fijan en las obras que se realizaron, otros en las
ventas de sus negocios, otros en la disponibilidad de empleo, otros en la
seguridad, otros en salud, otros en justicia y sin querer están hablando de
economía, en todos los temas antes relacionados se ejecutan bien o mal con la
administración de un presupuesto de dinero suficiente; el presupuesto tiene dos
partes, la de ingresos y otra la de gastos e inversión.
Como en cualquier
negocio o gobierno, lo más fácil es gastar pero lo verdaderamente difícil es
ingresar dinero en las arcas del Estado, para eso es necesario cobrar impuestos
y los impuestos los generan las empresas con la riqueza que derraman vía
nominas, gastos e inversiones. Con esto quiero decir que la riqueza de un país
o estado no se genera con abundantes recursos naturales sino con empresas que
los aprovechen.
En el caso de
México todos los estados dependen de las participaciones federales y
transferencias para ejecutar sus presupuestos; por ejemplo, en Yucatán en 1999
los ingresos fueron un 86.5% entre participaciones federales y transferencias y
sólo 13.5% de origen local; en Nuevo León la relación fue de 53 y 47%, en
Guanajuato 88.5 y 11.5% y en Quintana Roo 75.8 y 24.2% respectivamente. Eso
significa que nadie se salva de la dependencia de los recursos del gobierno
federal y eso ha arrojado fuertes críticas de gobiernos como el de Nuevo León,
que constantemente cuestiona las fórmulas de las participaciones federales
hacia los estados, argumentando que el IVA y el ISR pagados por las empresas en
la región superan en mucho lo recibido por el gobierno federal.
Pero no es motivo
del artículo apoyar estas ideas, sino demostrar que los gobierno estatales no
participan de manera directa del éxito de las empresas, ni es su mayor
preocupación en las elecciones; de hecho, siempre en los informes del gobierno
estatal, cuando hablan de crecimiento económico, enfatizan en el número de
empleos generados y el total de producción alcanzada por sector, pero nunca se
ufanan del impuesto sobre la renta generado por el estado y el IVA aportado a
la federación. La regla es clara, los ingresos del estado dependerán de una
complicada fórmula de distribución general de recursos hacia los estados y de
la negociación personal que tenga el gobernador con el gobierno federal y las
empresas paraestatales para conseguir inversión y obras que estimulen la
economía local.
Antecedentes
Las empresas
yucatecas están inmersas en nuevas reglas del juego como jamás habían estado en
el pasado, las empresas grandes y chicas que nacieron antes de 1982 gozaron de
una amplia gama de beneficios y circunstancias que las cobijaron de la competencia,
como son los siguientes:
Una economía
relativamente estable.
Un mercado seguro
(las importaciones eran muy restringidas casi solamente en materias primas)
Una competencia
limitada y bien medida.
Volúmenes de venta
altos.
Un gobierno
protector
Unos márgenes de
ganancia holgados
Un financiamiento
caro en tasa de interés, pero de disponibilidad fácil, casi siempre era
suficiente un aval acreditado en el medio o una garantía que valiera un monto
superior al crédito solicitado.
A partir de 1982 hasta 88
Aquí empieza la
tristeza con devaluaciones, altas tasas de interés y periodos sexenales
cíclicos, todo el mundo sabía que los dos primeros años había que invertir en
pesos por las altas tasas de interés, los dos de en medio en acciones, era el
mejor momento del sexenio y los dos últimos en dólares pues al final se
esperaban devaluaciones. El iniciador de ese periodo fue el presidente López
portillo (76-82) que sobre endeudó al gobierno federal seguro de los altos
precios del petróleo de ese tiempo y las descubrimientos de enormes nuevos
pozos. En 1981 se desplomaron los precios del mismo por sobreoferta mundial y
comenzó la primera gran crisis.
Las empresas
yucatecas, grandes, medianas y chicas, crecieron en ese tiempo, ya que el
gobierno se siguió endeudando, pero eso sí, ya no fuera de México en dólares,
ahora dentro de México en pesos y se denominó deuda interna y por lo tanto
gastando así, también imprimió dinero sin respaldo generando una inflación, es
decir, aumento de precios constante que sólo afectó a las clases asalariadas,
que vieron caer su poder adquisitivo en picada.
A partir de 88 hasta 1994
En este tiempo
cambiaron diametralmente las condiciones que las empresas tuvieron para
desarrollarse, las tasas de interés bajaron, los créditos fluyeron, la
inflación bajó y los precios se mantuvieron bajos, pero, ¿cómo se logro eso? Se
vendieron las joyas de la abuela y con eso se pagó la deuda interna, pero se
cometió un grave error: se vendieron solamente a la familia, las joyas fueron
bancos, Teléfonos de México, Fertimex, ingenios azucareros, líneas aéreas,
televisoras, cines, etc. El problema consistió en que se subastaron y se las
llevaron los amiguitos del presidente y de los anteriores, cuando lo que
debieron hacer es fraccionar esas empresas en regionales para que se vendieran
a empresarios regionales que iban a fomentar la competencia y con ello riqueza
regional, y no traspasar monopolios estatales a privados cuyos dueños se
asientan en México D.F., Guadalajara y Monterrey.
Aquí empieza la
verdadera tragedia de la mediana y pequeña empresa yucateca; empezaron a
competir con verdaderos conglomerados que lo tenían todo, financiamiento,
estructura nacional, credibilidad de mercado, etc. pero hasta a éstas también
les llegaría su turno, se empezaba a gestar el tratado de libre comercio con
Estados Unidos y Canadá, fenómeno que también empezaba en el mundo a partir del
desarrollo de las comunicaciones, (tecnología de fibra óptica, comunicación
satelital, faxes, e-mail, Internet, cómputo, etc.) llamada globalización, a las
empresas del primer mundo se les abría la oportunidad de alcanzar nuevos
mercados y así lo hicieron, se asentaron en Mérida Sams y Priceclub, también
vimos grandes hoteles inaugurarse, como el Hyatt y el Fiesta Americana; centros
comerciales como la Gran Plaza y el estilo de vida de los yucatecos fue
adaptándose más a la vida que veíamos en Cablevisión que en los de los canales
nacionales. Fue cuando en Yucatán empezamos a ver chocolates americanos en Súper
Maz, libros importados en Dante, los primeros autos importados, aumento de
tiendas de importaciones como Gatt, y muchas tiendas de artículos de
importaciones en el centro y norte de Mérida; había dinero, pero esta vez no
había sido generado por el gasto sólo del gobierno, sino por el aumento
exagerado de los créditos de los nuevos banqueros y uniones de crédito hacia
las empresas de todo tipo; los comerciantes yucatecos substituyeron las marcas
nacionales por las importadas y empezamos a ver Hector Boutiques y Carusos, así
como la ampliación de Martha a la Gran Plaza; las ferreterías y constructoras
también tenían su departamento de artículos importados, la peor parte era para
los industriales. Y dejaron de fabricar varias líneas de muebles metálicos y
Dipay y Manuel Delgado empezaron a ofrecer piezas importadas a muy buenos
precios, los medianos y pequeños industriales yucatecos empezaron a padecer por
primera vez en la historia económica reciente de Yucatán, y digo la mediana y
pequeña porque a los grandes industriales del centro y norte del país no les
afectó en nada, ellos tenían la capacidad financiera y tecnológica para
actualizar sus productos y poder exportar hacia Estados Unidos. Los precios de
sus valores en la bolsa, subieron.
1994-2000
Pero esto no
tardaría tanto, el resultado es que el País importaba más de lo que exportaba y
eso era preocupante en términos de dólares, las cuentas de ingresos y egresos
del gobierno eran positivas, pero había una cuenta de dólares y su balanza
decía que los dólares que ingresaban al país (exportación, petróleo, turismo)
eran inferiores al egreso del país: materias primas extranjeras, importaciones
de consumo y maquinaria e intereses); cuando se les cuestionaba decían que el
" el país esta modernizándose y actualizando sus empresas y productos",
y era verdad, pero solamente los grandes industriales, los medianos y pequeños
no pudieron hacerlo, el gobierno generó una publicidad que atrajo muchas
inversiones extranjeras al país y con ese dinero cubrieron sus faltantes de
dólares y hasta crecieron las reservas en esa cuenta.
Ahí estuvo el
problema. Se dependía de la inversión extranjera para que no hubiera una
devaluación, y la inversión extrajera llega a un país cuando hay dos cosas:
estabilidad y paz. Y si no hay eso se van. La muerte de Colosio y la guerra de
Chiapas, termina con eso; los capitales se fueron y empezó la nueva crisis
económica.
Las empresas
yucatecas reaccionaron ante el nuevo escenario, sus clientes no compraban y
estábamos todos endeudados. Las primeras en desaparecer, fueron las pequeñas
tiendas de importaciones en el centro como Chapur y las famosas "Todo por
5 pesos" e independientes; luego las medianas pararon su crecimiento,
cerraron o se vendieron, como refacciones Aguilar y Mericolor, Galerías y Club
de Precios; las grandes dejaron de comprar artículos importados; el dólar
estaba carísimo, las que tenían deudas elevadas no sobrevivieron, las que
estaban sólidas sobrevivieron, como Boxito, Casa Juanes y Omega; las políticas
de estas compañías eran vender a buenos precios, pero de contado; las que
vendían a crédito, no lo pudieron seguir haciendo, el crédito local se murió.
Solamente lo podían hacer grandes corporaciones que tenían capital para dar
largos plazos, para que el pago sea poquito y en Mérida había Elektra, Sears y
Chapur; las empresas hoteleras, constructoras y nuevas industrias sufrieron
bajas en ventas e intereses altos.
El gobierno estatal
estaba muy lejos de entender las condiciones que rodeaban a las empresas
yucatecas y México en sí, pero de alguna manera hay que reconocerle que los
juicios que entablaron los bancos contra las empresas y personas con créditos
en Yucatán se llevaron con lentitud y eso les dio tiempo para estar en mejores
condiciones y poder reestructurarse. De hecho se realizaron dos tipos de obras
económicas: las romanas y las maquiladoras.
Las romanas son
obras que son muy grandes e involucran grandes construcciones, como lo fueron
los muelles, carreteras, periféricos, salones de convenciones, grandes
instalaciones deportivas, generadores de electricidad, etc. Este tipo de
inversiones de infraestructura son muy buenas para el crecimiento económico a
mediano plazo, pero no pernean a la sociedad directamente, solamente en un
corto plazo, este tipo de obras serian efectivísimas si estuvieran acompañadas
de empresas que aprovecharan estas inversiones, pero fue otra la mentalidad; sí
hicieron carreteras y obras por todo el Estado, pero no fueron detonadores de
desarrollo automático. Hubo una empresa de acuacultura llamada Pecis, quería que
el gobierno le ayudara a electrificar su granja y no le ayudaron; haciendas
convertidas en hoteles todavía tienen carreteras blancas y no les ayudaron, en
el sur que hay buena tierra para sembrar y hay que llevar electricidad hasta
ciertas zonas, el gobierno no te proporciona esa infraestructura, porque no le
deja beneficios materiales, en cambio llevarla hasta un pueblo pequeño le lleva
votos, no importa que no se utilice después la carreterita.
Las maquiladoras
son fábricas extranjeras que aprovechan la mano de obra barata de un lugar, esa
fue una solución para ocupar parte de la mano de obra desplazada por el fracaso
del henequén en Yucatán, y se pusieron un montón de maquiladoras en el Estado.
Ciertamente les daban ciertos beneficios como descuentos en tierra y hasta
infraestructura como caminos y hasta la logística y descuentos en las
construcciones de sus naves industriales, condiciones que no fueron ofrecidas
ni promovidas a los empresarios yucatecos, pero las maquiladoras que se
instalaron en Mérida fueron principalmente las textiles, es decir, ropa; fue
así como en las afueras de Mérida y en el interior se multiplicaron, las amas
de casa se empezaron dar cuenta y hasta las empleadas domésticas escasearon y
eso fue muy bueno para el Estado; el problema consiste en que este tipo de
negocios son muy volátiles y siempre están fijadas en la mano de obra barata,
si el dólar en ese país no está devaluado en otro país sí estará, agarran sus
maquinitas y se van. Es así cómo en los últimos meses cerraron Dinastía
Mexicana, Forrest, Ddmanufacturer; Monty Industries paró su crecimiento y otras
más cerrarán; cuando se establecieron, el dólar estaba a 10.50 y hoy está en
9.20, es decir, están un 10% más caros. Si a eso le agregas que en Estados
Unidos hay desaceleración, tienes que venden menos y además con un margen de
10% en contra, pero eso sí, la electricidad, nóminas, etc., han subido de
precio, aunque no mucho los dos últimos años. Lo que se debe fomentar son
industrias pesadas, es decir, que permanezcan al largo plazo y generen
desarrollo de clases medias y profesionistas, no que solamente contraten
obreros temporalmente.
Estos dos tipos de
inversiones fueron de beneficio más rural que urbano, si tomamos en cuenta que
en Yucatán, según últimos censos, hay 1’655,707 habitantes y que en Mérida hay
703,324. Esto representa un 42.5 por ciento que no vieron directamente estas
inversiones reflejadas en sus bolsillos. Eso sí, adornan a Mérida con una
fisonomía de progreso y modernidad tal que bien podría pensarse que representan
empresas boyantes, pero la realidad es que están luchando en silencio solos, el
voto de castigo no podría esperarse, Mérida sigue siendo panista.
Situación actual
En general las
empresas están viviendo una gran presión por todos lados.
Financiamiento
Si bien las tasas
han bajado, no existen los créditos a empresas, para personas físicas sí hay y
se llama crédito al consumo, como autos y hasta casas; para desarrollar
empresas simplemente no te los otorgan, si eres pequeña porque no tienes garantías,
si eres mediana porque no tienes garantías suficientes y si eres grande
seguramente estás en el buró de crédito o simplemente no necesitas
financiamiento o tus proveedores te lo otorgan, además los bancos y uniones de
crédito regionales se acabaron con las crisis, es decir, son grandes bancos que
toman las decisiones y son lentísimos y poco oportunos sus créditos; de hecho,
los únicos que están otorgando algo a empresas son Banorte, Citibank y
Bancomext.
Mercado
Pésimo panorama: la
economía está casi totalmente abierta, es decir, los industriales yucatecos
compiten con productos de casi todo el mundo y eso no está mal, pero si los
márgenes de ganancia son mucho más estrechos que antes, obligan a las empresas
a ser eficientes o desaparecer; los comerciantes son más flexibles a estos
cambios, venderán las líneas de productos que les sean más convenientes a sus
mercados, sea nacional o importada.
Ventas
Como existen muchos
productos en el mercado, los volúmenes de ventas han bajado, si le agregas que
el margen bajó y no hay financiamiento, son condiciones que las empresas
medianas, pequeñas y grandes no pueden soportar, pero todas tienen sus tiempos;
primero se van ir las pequeñas, quizá porque no tengan dinero para
modernizarse; luego las medianas, porque quizá no tengan dinero para vender a
crédito; luego las grandes, esas se van a ir porque fueron compradas por
capitales americanos a precios atractivos. Tenemos últimamente el caso de
Citibank-Banamex.
Dos últimas agravantes
Tipo de cambio y estrategia de desarrollo.
El devaluar el tipo
de cambio para hacer un escudo protector que lleve a los productos yucatecos y
mexicanos a ser siempre baratos ante el extranjero y caras las importaciones
está muy mal, pero sobreproteger al peso porque hay dólares en el mercado es
una falacia de crecimiento y eso está muy claro, el déficit comercial está casi
al 100%, es decir, importamos casi el doble de lo que exportamos, igual que al
final de 1994 y eso se refleja en empleos, llevamos perdidos casi 400,000 en el
País, en Yucatán, en diciembre del 2000 habían asegurados 268,991; hoy hay
268,650, las maquiladoras tuvieron su nivel máximo de empleos en noviembre del
2000 con 34,507; a marzo del 2001 hay 32,950 y hace más de 5 meses no superan
los 131 empresas de este tipo y sabemos que hay cada día menos. La conclusión
es clara: no debe de haber un tipo de cambio de mercado sino real. ¿Cuál es
ese? Es aquel que equilibra el poder adquisitivo de la moneda y anda sobre los
11.34.
La estrategia de
desarrollo del gobierno federal que dijeron en campaña que iban a aplicar era
la de mejorar las condiciones para desarrollar empresas que solucionen el
desempleo; lo que nunca me imaginé fue que las empresas que iba a favorecer
fueran las extranjeras. Si bien existe un clima de confianza y transparencia en
su administración, claramente se ve cómo los resultados que se tienen no son
los deseados por nadie, el modelo tipo americano de capitalismo salvaje donde
el grande se come al chico, me parece muy bien en Estados Unidos, donde existe
una gran clase media, pocos ricos y pocos pobres, es decir, la lucha es entre
las grandes corporaciones que se arrebatan a las empresas medianas y que
compran para fortalecer sus productos en sus mercados. A los empleados no les
importa quién los compre hoy o mañana, sus empleos están seguros. En México la
gran mayoría de mexicanos trabaja en empresas medianas y pequeñas, casi siempre
locales y regionales, y si las grandes compañías americanas y mexicanas las
acaban, Fox verá más desempleo y no le va a quedar más remedio que devaluar. En
vez de eso, debe tomar decisiones apresuradas, darse tiempo para conocer la
naturaleza, problemas y oportunidades de las empresas regionales; no es lo
mismo Monterrey que Yucatán, tampoco es lo mismo Mérida que Izamal. Yucatán
aporta el 1.3% del producto interno bruto del País y está en el lugar número
23.
“SEDEINCO informa acerca de la producción
manufacturera al mes de abril de 2005”.
El INEGI dio a conocer a
través del Sistema de Indicadores Regionales de Coyuntura, los resultados de la
producción manufacturera al mes de abril de 2005 los cuales registraron a nivel
nacional un crecimiento de 5.4 por ciento. Este incremento estuvo influido a la
alza por el período de la Semana Santa ocurrido en marzo de este año mientras
que en 2004 se registró en abril. Las actividades manufactureras que más
sobresalieron fueron: Industrias
Metálicas Básicas,
Productos Minerales no metálicos y la Industria de la Madera y Productos de
Madera. En el ámbito estatal, Yucatán presentó un incremento de 0.2% en la
producción manufacturera durante el cuarto mes de este año contra igual período
del año anterior. Dicho crecimiento no sólo se percibió en términos anuales
sino también mensuales, toda vez que cifras desestacionalizadas muestran que el
nivel de producción aumentó 4.4% de marzo al mes abril de este año. Por otro
lado, también se puede observar un crecimiento de la planta laboral del sector
dado que durante el período de referencia se percibieron aumentos de 3% en el
número de empleos dados de alta en el IMSS.
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