Los
 padres de José Angel León Hernández murieron con la certidumbre de que 
su hijo falleció asesinado. Fue una muerte larga y dolorosa que inició 
una tarde de 1963, cuando jugaba béisbol en Villa Tepetitán, un poblado 
de Macuspana, Tabasco, y se peleó con uno de sus amigos y compañero de 
equipo, Andrés Manuel López Obrador. Este, con la dura pelota de béisbol
 en la mano, como un traidor que ataca por la espaldala, lanzó fuerte 
contra la nuca de José Angel. Nunca más volvió a ser el mismo y, 
epiléptico, su existencia casi vegetativa terminó el 10 de septiembre de
 1995. Testigo de aquel enfrentamiento fue Carlos Manuel Rovirosa 
Ramírez, quien posteriormente llegaría a diputado pro el Partido 
Revolucionario Institucional (PRI), partido en el que militaba y llegó a
 dirigir estatalmente Andrés Manuel López Obrador. De acuerdo a la 
versión periodística, José Angel León Hernández discutió con Andrés 
Manuel y después que ambos manifestaron sus diferencias a golpes, sacó 
la peor parte López Obrador. Rovirosa Ramírez recuerda que él los 
separó. Pero cuando José Angel se dio la vuelta, Andrés Manuel tomó la 
pelota y la lanzó contra la nuca. Lo dejó inconsciente, asegura la 
narración. La cabeza de la víctima sangró profusamente y por encontrarse
 en mal estado, el herido fue llevado en una carretilla hasta su casa 
localizada en el número 202 de la calle Benito Juárez en Villa 
Tepetitán, Tabasco. La familia López Obrador debió huir del pueblo por 
temor a venganzas. Era la guerra. La información periodística está 
registrada en Tabasco al Día, un rotativo que desplegó en su primera 
plana del jueves 5 de octubre de 1995: "Obrador ¡homicida!". El 
reportero Rafael Soberanez León y el fotógrafo Crispido Hernández 
publicaron una entrevista con los señores Narcedalia Hernández Colomé y 
José del Carmen León Castillo, los padres de José Angel. Reclamaron 
durante mucho tiempo, pero nada recibieron a cambio. Hoy sus hijos 
sobrevivientes se niegan a hacer mayores declaraciones. Saben que López 
Obrador va camino a la Presidencia de la República y temen represalias. 
EL FRATRICIDIO No es el único crimen que le acreditan al jefe de 
Gobierno del Distrito Federal (GDF). En su adolescencia asesinó de un 
balazo a uno de sus hermanos, a José Ramón López Obrador. La historia 
apareció en los periódicos locales, pero fueron cortadas las hojas de 
los diarios en que se daba cuenta del crimen de Macuspana. La búsqueda 
por el Registro Civil es ociosa: ahí no existen ni las actas de 
nacimiento ni de defunción, pues fueron desaparecidas en el gobierno 
Enrique González Pedrero, cuando Andrés Manuel era todopedoroso. El tema
 fue tocado por Diego Fernández de Ceballos en abril del 2000, cuando un
 vociferantre Andrés Manuel López Obrador calló al panista con 
acusaciones de "ardilla que no salía de Los Pinos" cuando Carlos Salinas
 de Gortari. Diego le recordó que él mató a un hermano, que es 
fratricida. -Eso fue un accidente -le contestó el tabasqueño. Diego 
enmudeció. EDITORIAL OVACIONES S. Andrés Manuel López Obrador: mató a su
 amigo José Angel León Hernández a traición. Mató a José Ramón Lopez 
Obrador accidentalmente. Mató al albañil por negligencia. Ahora es una 
caricatura de comic. 
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